El apego cómo forma de ver el mundo

El apego se establece durante los primeros años de vida en la interacción con las personas significativas y las respuestas que recibimos de ellas. Y si bien es posible modificarlo, una vez que está establecido opera en la mirada que tenemos del mundo. Inés Di Bártolo establece una metáfora con lentes que es muy clara para comprenderlo.

Las experiencias que vamos acumulando nos van aportando un panorama de lo que podemos esperar o no, en las siguientes experiencias. Si pedimos ayuda porque nos lastimamos una, dos, diez veces y somos ignorados, muy probablemente dejemos de pedirla. Y así, podríamos seguir enumerando ejemplos de situaciones que replicamos aún cuando la persona que tenemos delante no sea la misma, porque hemos aprendido una manera de actuar en determinada situación.

Esto influye en la mirada o en la percepción que tenemos de los otros aunque no lo notemos. Si fuimos cuidados, si cuando llamamos, alguien estuvo ahí. Muy probablemente al crecer vamos a tener la seguridad de que cuando necesitemos bastará con llamar a la persona de confianza y ella vendrá (y quizás no sea así porque es otra persona distinta, pero hemos aprendido e integrado, que podemos llamar y vendrán).

Por ésta razón es importante ofrecer respuestas sensibles a los bebés y niñxs cuando nos llaman. La respuesta sensible es un modo de responder empático y sensible, intentando sintonizar con lo que le sucede, y así poder ofrecer la respuesta adecuada a la necesidad que nos está intentando comunicar. Porque aunque no atinemos a la respuesta específica que nos está pidiendo, la interacción, la atención que le estamos ofreciendo es lo que irá estableciendo el patrón en la relación, en el vínculo; y si somos uno de sus cuidadores primarios el vínculo le servirá de muestra del mundo, y luego influirá en sus posteriores relaciones.

Esto no quiere decir que debamos responder siempre y de modo correcto, el patrón se establece en miles de interacciones, y vamos a equivocarnos porque somos humanos. Pero en el intento por ofrecer la respuesta más acorde a sus necesidades vamos a ir aprendiendo a identificar sus necesidades y nuestro bebé va a ir integrando que nosotrxs estamos disponibles; el resultado igualmente es favorable para la relación que estamos construyendo. El vínculo se irá tornando seguro para nuestro bebé porque cuando lo necesita, su cuidador/a se muestra disponible, su autoestima se fortalece porque en la interacción es valoradx, y la nuestra en capacidad parental, también.